sábado, 12 de octubre de 2013

Los Belking’s: “Hemos quedado en el recuerdo”


Cuando es buena, la música instrumental nos deja mudos. En ese sentido, la voz nunca fue tan deleznable como en un concierto de Los Belking’s. Ellos reaparecen mañana. Wilfredo Sandoval y Raúl Herrera, dos de sus miembros originales, nos reciben en pleno ensayo. El sonido de sus guitarras nos trae de vuelta a las épocas en que toda canción era el soundtrack de nuestras vidas. Porque la música del futuro se hizo hace cuarenta años.

Encontré un texto de Carlos Torres Rotondo, donde dice que ustedes debutaron en 1964 en el cine Riva Agüero de El Agustino, luego de que se presentara la bailarina ‘a gogó’ Midloni Nagashiro.

Wilfredo Sandoval (WS): Ella era una stripteasera (ríe). Nosotros tocábamos con un baterista, Kiko ‘La Serie’, y él era mayor que nosotros. Tenía 28 años y nosotros, 14. Él andaba en ese ambiente y logró que nos contrataran. Luego de que las chicas hicieron su striptease, nos tocó entrar. ¡Y nos moríamos de miedo! La gente se levantó y comenzó a silbar. Tocamos ‘Popotitos’, pero la chifla era tan grande que no se escuchaba nada.

¿Y qué hicieron?

WS: Nuestro baterista era más pilas, más mosca. Se soltó el cabello largo, se remangó los párpados como un diablo y gritó: ¡Ahhhh! Y la gente se asustó. “¡Toca Wipe Out!”, le dijo a Raúl. Kiko hizo su solo de batería, se puso diablo y la gente aplaudía a rabiar. Se olvidaron de las mujeres. Y afuera nos esperaba una ambulancia.

¿Una ambulancia?

WS: Sí, tomamos una ambulancia para que el tráfico no nos parara y pudiéramos llegar a Comas, donde teníamos otro concierto (ríe).

Ustedes dos estudiaron en el colegio Melitón Carvajal. Usted, Wilfredo, invitó a unos amigos a tocar a su casa, y estos llevaron a Raúl Herrera. ¿Así comenzó la amistad?

WS: Sí, yo a Raúl lo conocía de vista porque él tocaba en la estudiantina del colegio. Esa vez Raúl me pidió tocar música de los Beatles. ¡Yo ni sabía que existían! Era 1964. Yo conocí a los Beatles en Tacora, donde compré un disco 45 de ‘I want to hold your hand’ en alemán.

Raúl Herrera (RH): Aún no sabíamos tocar bien la guitarra, aunque a mí también me gustaban Los Panchos y los boleros de Los Tres Caballeros.

¿Sus padres nunca se preocuparon por el ambiente en el que se movían?

WS: No, siempre nos apoyaron. Parte del éxito de la música de esos años es que casi todos los padres estaban comprometidos. Recién hace diez años me enteré de la preocupación de mi madre, pero ella siempre me apoyó. Ni existía marihuana. Nos intoxicábamos con Coca Cola, hermano (ríe).

Sus madres les compraron sus primeras guitarras eléctricas.

WS: Sí, mi mamá me compró esa guitarra Fender celeste que tú ves ahí.

RH: Y mi madre me compró una guitarra italiana Eko en la Casa Osterling.

WS: Pero cuando comenzamos a tocar, veíamos que todos tenían bonitos ternos. Mi madre fue a Casa Él (Miraflores) y sacó a crédito nuestros sacos. Eran color mostaza.

RH: Como éramos flaquitos, nos quedaba (ríe).

WS: Claro, pero ahora a ti no te quedaría, Raúl (ríe).

La música de los Belking’s tiene mucha influencia de The Ventures.

WS: Raúl tocaba más Ventures. Él tenía sus discos. Y yo iba a su casa porque él tenía un equipazo de la patada. Él vivía exactamente a la espalda de la Embajada de Brasil.

RH: En aquella época, solo una vez al día pasaban una canción de Ventures en la radio. Y tenías que esperar al día siguiente para volver a escucharla.

No es como ahora, donde ya tenemos el iPod.

RH: Claro. Y como no había grabadora, en nuestras mentes teníamos que grabar las canciones y sacar así las notas.

WS: Eso explica lo que sucede hoy musicalmente. Ahora hay tanta facilidad que tu cerebro no trabaja. Ahora ves en el video la forma como se toca una canción, pero en ese tiempo tú tenías que imaginártela. Eso nos obligó a todos a ser creativos.

¿Es verdad que se pusieron Belking’s por una marca de whisky?

RH: En la esquina de mi barrio de Miraflores, una señora siempre sacaba su basura en una caja de whisky. Y ahí decía Belkin.

Vaya, sí que tomaban bastante en esa casa.

RH: No, no (ríe). Era la misma caja que utilizaban para la basura. El nombre Belkin lo apuntaba siempre en mi cuaderno. Y cuando quisimos darle un nombre al grupo –para no pelear– todos escribimos el nombre que queríamos en un papelito y lo pusimos en una caja. Al final, salió Belkin. Y Willy dijo que había que aumentarle a Belking’s para que sonara mejor (ríe).

Su representante les dijo en 1966 que debían ser un grupo instrumental. ¿Qué hicieron con su vocalista?

WS: Nadie quería darle la noticia. A nuestro baterista le dijimos: “Walter, tú que tienes cara de malo, dile”. Nuestro vocalista era Daniel Rosario, y Walter le dijo: “Daniel, sabes qué compadre, toma un sol para tu pasaje de ida porque el de regreso no va a haber, ya no vas a cantar” (ríe).

RH: Daniel falleció el año pasado.

Ustedes lograron grabar su primer 45 porque ganaron ese año un concurso de El Virrey, ¿no es verdad?

WS: Sí, la final fue con Los Dreams, en el cine Tauro.

RH: Y ese día ganamos porque teníamos más jale con las chibolas (ríe).

WS: Es verdad, tuvimos mucho apoyo de la colonia japonesa. Además, en esa época yo tocaba guitarra saltando un metro veinte. ¡Por Dios!

RH: Éramos jovencitos y saltabas.

WS:  Bueno, pero tú asaltabas, Raúl (ríe).

En 1967 conocen a Andrés Roque, quien ya tenía varias melodías en mente. Es más, lo llamaban ‘el Belking mudo’.

WS: Sí, porque él aportó muchos temas. Casi la mayoría son éxitos y de él es, por ejemplo, ‘Amor Imposible’.

A usted, Wilfredo, no le gustaba el título ‘Amor Imposible’ porque era cursi, pero Andrés lo había llamado así porque estaba ‘templado’ de la enamorada de un amigo suyo.

WS: Silvana era la chica. ¡Y era hermana de mi enamorada! (ríe). Andrés se le declaró, pero ella no aceptó porque ya estaba con otro chico. Pero estamos hablando de colegialas. Y recién me he enterado de esto hace cinco años. Silvana era simpática, hija de italianos, muy parecida a Sofía Loren.

RH: Pero ahora ya es abuelita (ríe).

Su canción más conocida, ‘Tema para jóvenes enamorados’, apareció en el lado B de su segundo disco de 45 de 1967. ¿No confiaban mucho en el tema?

WS: Lo metimos como relleno. Esa es la verdad. Confiábamos más en la canción del lado A, ‘Negro es negro’. ‘Tema para jóvenes enamorados’ es una composición de The Shadows, pero el tío de Walter Aray nos trajo la canción grabada por un grupo brasileño, Los Jet Black.

El rock tuvo mucho apoyo esos años en las radios. Hoy, más bien, la gran mayoría apuesta por la cumbia. ¿No creen que el rock ya pasó de moda?

WS: No, lo que yo creo es que Velasco nos hizo demasiado daño. Cortó el cordón umbilical que había entre los colegios, las matinales y las radios. Tácitamente se prohibió que los colegios organizaran esas cosas. Pero tampoco hubo un recambio generacional. La verdad es que también había grupos mediocres.

¿Cuáles eran esos grupos mediocres?

WS: Los Silverton’s y los York’s, a pesar de que el cantante de los York’s (Pablo Luna) era un ‘showman’ espectacular. Se tiraba, se volteaba de cabeza, arrojaba el micro al público. Era un show de la patada. Pero los músicos eran malazos, de octava categoría.

¿Y se llegaron a enamorar de alguna fan?

WS: Sí, una japonesa en mi caso. Y en el de Raúl también (ríe).

RH: Sí, pero la chica que fue mi enamorada terminó siendo la esposa de Walter, el baterista.

Caramba. Todo se compartía en el grupo.

WS: Sí, somos medio comunistas (ríe).

RH: En nuestros conciertos había muchas japonesitas en las primeras filas. Y yo tocaba la guitarra y las enamoraba (ríe). A la salida, ellas me invitaban a sus casas a tomar lonche. Así conocí a Olga y la invité a uno de los ensayos. Pero Walter le tiró lente y yo ya tuve que retirarme (ríe).

Usted fue un buen perdedor.

RH: Es que ya tenía otra japonesita por ahí (ríe).

¿Se han puesto a pensar en el día en que ya no estarán?

WS: Por supuesto, lo tenemos muy claro. Yo ya miro distinto. Quiero que los jóvenes nos perciban desde otra óptica. Los Belking’s van a dejar no menos de 90 canciones propias, de las que vamos a estar orgullosos toda la vida.

RH: Con lo que hemos hecho y queremos seguir haciendo, estoy conforme. Hemos quedado en el recuerdo.


1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por la entrevista. Sin lugar a dudas para mí, los mejores grupos de rock instrumental son The Ventures y Los Belking's. Ni siquiera The Shadows los alcanzan en mi humilde opinión. Son leyendas vivientes de la buena música.