jueves, 1 de agosto de 2013

The Mad’s, la banda peruana que se codeó con Los Rolling Stones


Aunque suene paradójico, se ha dicho mucho y a la vez muy poco sobre esta tremenda banda sesentera de rock peruano. Una de las razones es que jamás grabaron un disco de manera profesional, a pesar de que contaron con una gran popularidad en su época. Y es que su sonido duro y atrevido despertó el interés hasta del mánager de los Rolling Stones, quien los invitó a Inglaterra. Estuvieron a punto de tocar en el mítico festival de Isle of Wight y hasta se pasearon en el castillo de Mick Jagger. Así se convirtieron en mito, uno que por fin se revelará con el lanzamiento de Molesto, el disco recopilatorio con tracks inéditos de The Mad’s que el imprescindible sello nacional Repsychled acaba de lanzar.

“Mad” significa “molesto”, “rabioso” e incluso “demente” en español. Y esta loca historia empezó en 1965, en el corazón del distrito de Lince, cuando cuatro muchachos (Manolo Ventura, Billy Morgan, Toño Zarzar y Fernando Gadea) se juntaron para tocar canciones de The Kinks y The Rolling Stones. Eran Los Mad’s… y la apóstrofe respondía a una costumbre que tenían las bandas peruanas de rock de la época de utilizarla en sus nombres. Se presentaron en algunos programas de televisión y por ello grabaron algunas canciones con esta finalidad. La realización de un disco no era una prioridad.

En ese entonces, Alex Ventura –hermano de Manolo– se desempeñaba como mánager de la banda y además era guitarrista de Los Steivos. Hacia fines de 1966, reemplazó a Zarzar en la guitarra y posteriormente Richard “Bimbo” Macedo sustituiría a Gadea en la batería. Esta formación exploró vertientes más experimentales y psicodélicas gracias a las influencias musicales de los nuevos integrantes. Así es como decidieron rebautizarse a The Mad’s. Ahora la televisión ya no era prioridad, sino los conciertos en vivo. La idea de grabar un LP se mantenía descartada.

¿Por qué no tuvieron la intención de grabar un disco profesionalmente?
Porque tocar en vivo era lo máximo para nosotros. Con cada concierto que hacíamos, llenábamos los auditorios hasta su máxima capacidad y cobrábamos una buena cantidad de dinero, la cual nos alcanzaba para lo que queríamos. Teníamos nuestra mancha que siempre nos seguía y eso era suficiente entonces. Por ahí que con el paso de los años nos hubiéramos animado a grabar, pero nuestros padres no querían que estemos en Lima… bajo Velasco y sus ideas. Aunque debo aclarar que mi viejo nunca se opuso a que hagamos el tipo de música que hicimos, porque nos veía contentos.

Lo cierto es que lograron un sonido único. ¿Siempre tuvieron la intención de ser una banda diferente a otras de esta camada del rock peruano?
No, nunca.  Jamás pensamos cosas como “no quiero que esta guitarra suene como la de Los Shain’s, hay que ser diferentes”. Hicimos las canciones como nos gustaba, tal y como visualizábamos el sonido. Esa fue nuestra fórmula. Como decíamos en esa época, “nos vaciló” hacerlo así. Y todo eso se notaba cada vez que estábamos sobre un escenario: prácticamente improvisábamos los temas porque nos comprendíamos tan bien, que dejábamos que la música haga su trabajo.

Ese es el espíritu de las bandas que los influenciaron en esa época…
Nada más cierto que eso. Por ejemplo, cuando empezamos a tocar la música de Jimi Hendrix, como The Mad’s, eran contadísimos los peruanos que lo habían escuchado. Desde que llegó a nuestros oídos nos encantó. Y ese espíritu de improvisar y dejar que la música fluya se notaba cuando interpretamos canciones suyas como “Hey Joe” que, a pesar de que quisimos tocarla igualita, en el escenario la cambiábamos completamente. Lo mismo sucedió cuando tocábamos canciones de The Kinks. No queríamos ser diferentes, pero si pasaba… lo manteníamos así. Inclusive nuestra propia música es simple, pero el detalle siempre estuvo en cómo la ejecutamos. Eso hacía que la gente se enganche con nosotros.

Los Stones llegaron a Lima en enero de 1969 para encontrar un poco de descanso tras el éxito que habían logrado a nivel mundial. Durante esa visita, cierto fin de semana, fueron llevados a las playas de Ancón. Coincidentemente, The Mad’s tocaba en el balneario y los británicos, quienes pudieron escuchar el concierto, se acercaron para felicitarlos y decirles una frase que cambiaría el rumbo de la buena banda peruana: “Deberían ir a Inglaterra. Les daremos el contacto de nuestro mánager, Marshall Chess, para que se pongan en contacto con él”. Eran tiempos de Velasco y ésta era una oportunidad única para seguir haciendo la música que querían.

A inicios de 1970, Manolo y Richard viajaron a Londres. En agosto del mismo año, Alex y Billy les dieron el alcance. Semanas después de haberse juntado en la capital inglesa, Chess los invitó a tocar en el Festival Isle of Wight, que en esa edición tenía como artistas estelares a The Doors, The Who, Jethro Tull, Joni Mitchell y el ídolo de la banda, Jimi Hendrix. Por cosas del destino, los peruanos no pudieron pisar ese legendario escenario. Mitos, historias tergiversadas y demás se han creado respecto a esta anécdota, una que solo los peruanos vivieron.

¿Aún le queda un sinsabor por no haber podido tocar en este legendario festival?
No voy a negar que nos hubiera encantado tocar, porque esa era la puerta que necesitábamos abrir para despegar nuestra carrera en Europa. Pero igual estuvimos y seguimos estando contentos de haber compartido tantas cosas con músicos de esa talla. Eso es más que suficiente. Debo confesar que estábamos listos para tocar y no teníamos miedo ni mucho nervios. Todo lo contrario… estábamos entusiasmados. Se ha dicho mucho sobre esa anécdota en estos cuarenta años. Lo que realmente pasó es que había una banda africana llamada Ossibisa, con más de 14 integrantes en el escenario, que tocaba antes que nosotros. Los organizadores nos avisaron que había overbooking y que por ello no íbamos a poder tocar. Estábamos en la primera fila escuchando, así que nos daba lo mismo. Pero eso sí… no cambiaría nada de todo lo vivido, lo repetiría igualito como ha pasado.

Y en general, el hecho de salir del Perú y llegar a Inglaterra… ¿modificó el sonido de la banda o la forma de composición de las canciones?
Fue un 50/50. Lo que pasó es que Billy Morgan y yo teníamos la intención de continuar con la música que hacíamos en Perú, porque esa fue la que nos llevó hasta Londres. Pero una vez allá, las cosas cambiaron un poco. Siento que hicimos cosas más complejas… un rock más fuerte, con cambios bien locos. Es muy notorio en “Tumorbossa” y “Fly Away”, dos canciones incluidas en este disco recopilatorio que lanzaremos. Cuando las escuchen se darán cuenta de que es un sonido completamente diferente al que logramos en Lima, aunque claro que en esencia era lo mismo. Dejamos a un lado las armonías y nos dedicamos más a los instrumentos que a cantar. Esa fue la única diferencia.


El sello nacional Repsychled Records, especializado en editar a las bandas de rock peruano de los años sesenta y setenta, ha lanzado Molesto, el disco recopilatorio con ocho canciones inéditas (más dos bonus tracks) de The Mad’s, tras un largo trabajo de restauración de varias cintas de carrete que parecían perdidas y en las que se inmortalizaron muchos temas, que tras este lanzamiento se convierten en parte fundamental en la historia del género en nuestro país.

¿Cómo pudiste recuperar esos carretes que grabaron para uso privado de la banda?
Lo que pasó es lo siguiente: sin querer, los empaqué antes de viajar a Londres. Después de vivir siete años en Londres, me los llevé a Estados Unidos… pero siempre sin recordar su existencia. Con el tiempo quedaron guardados en un baúl. Un buen día mi esposa los encontró de casualidad y, sin decirme nada, por el día de nuestro aniversario de matrimonio, los llevó a la tienda de un señor que hacía grabaciones y le dijo que quería hacer un CD con una de esas cintas. En medio de la celebración, me dio una cajita de regalo que decía “Mad’s”. Yo estaba absorto. Empecé a escuchar el CD y me quedé como loco… sin saber de dónde había sacado eso. Luego me enseñó dónde estaban los carretes y entonces los llevé donde el mismo señor para escuchar el resto y transferirlo a CD. Después de un tiempo, decidí subir las canciones en YouTube y así empezó todo.

¿Por qué decidiste subir los tracks?
Porque he leído muchas historias y anécdotas del rock peruano de nuestra época… y puedo contar con los dedos de la mano las ocasiones en que el nombre de mi banda ha sido mencionado. Pero lo entiendo, porque como nosotros no grabamos… nadie tuvo la oportunidad de escucharnos. Sucede que hablaban de The Mad’s como si fuéramos un mito, sin un registro que pruebe nuestra existencia. Solo la gente que nos vio en alguna fiesta o concierto era la que sabía de nosotros. Recuerdo que la primera vez que leí que nos mencionaron fue en una entrevista que le hicieron a Manuel Sanguinetti de los Traffic Sound. Él dijo que éramos “el primer súper grupo en Perú,” pero no había más información. Así que subí siete canciones diferentes de la banda y la gente me empezó a contactar. En una de mis visitas a Lima, un amigo me presentó a Andrés Tapia, dueño de Repsychled Records, y nos pusimos en contacto. Él estaba muy entusiasmado y me propuso remasterizar todo con la tecnología actual y lanzar un disco profesionalmente. En un principio no lo quise hacer porque las grabaciones no habían sido muy buenas. Usamos solo dos pistas al grabar, a diferencia del resto de bandas peruanas que usaban hasta ocho. Luego me convencí de que no estábamos tan lejos. Y finalmente se dio.

¿Ustedes eran conscientes de lo buenos que eran?
Éramos conscientes de lo que podíamos hacer. Creo que teníamos suficiente confianza en lo que tocábamos que no teníamos miedo de presentarnos en un escenario frente a 600 mil personas mirándonos. No nos asustaba esa idea. La música la teníamos y la confianza también. Ninguno de nosotros se sintió por encima ni por debajo de nadie. Inclusive en Perú… jamás nos comportamos como una banda pretenciosa. Esa mentalidad nos hizo mucho bien como grupo de rock.

Escucha el track “Feels like love” de la edición remasterizada por Repsychled Records:

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