miércoles, 11 de agosto de 2010

Tocadisco: Los Yorks

En la segunda mitad de los años 60, cinco veinteañeros rompieron la escena local del rock con un estilo eléctrico y contagiante. Una compañía española los ha redescubierto y relanzado a lo grande en Europa y EEUU.






Por Ángel Páez

¿A quién se le ocurriría desempolvar la música de una oscura banda peruana de los años sesenta cuyos ex integrantes están hoy más preocupados por los nietos que por recordar la época de locura, desenfreno y exceso que protagonizaron bajo el nombre de Los York’s?

Pues se le ocurrió a la reconocida disquera española Munster, que ha cumplido un cuarto de siglo publicando exquisiteces. "Qué bendición: todavía salen discos que te abren panoramas desconocidos. Que te cambian la perspectiva que tenías de un país y una época.

Y que son, fuera de toda consideración historicista, puro deleite", escribió Diego A. Manrique, el reportero especializado del diario madrileño "El País", celebrando el lanzamiento por todo lo alto de Los York’s: El Viaje 1966-1974. Munster dio en el blanco. Los York’s ahora son de culto.

No fueron la primera banda de rock en el país pero sí fue la primera que hizo verdadero rock. La policía siempre buscaba un pretexto para penetrar en los locales donde tocaban Los York’s y acabar a empellones con la fiesta.

Uno de las más importantes distribuidores de rock independiente de Europa, la británica Shell Shock, recomienda a Los York’s como "una de las bandas más salvajes de Sudamérica, una de las más famosas y exitosas en el Perú, más que Los Shain’s o Los Saicos". Los 21 cortes de la antología publicada por Munster es solo una pequeña muestra de los tres álbumes y 25 sencillos que editaron en su breve vida. Suficiente para desasnar a quienes creían saberlo todo del rock nacional. Los que remecieron los años 60 ahora frisan los 60 años.

LA VIDA ES HOY

La estrella de la agrupación se llama Pablo Luna Mansilla, nacido en La Victoria, un afroperuano de cabello rojizo, vecino de Ancón, quien luego del fracaso de su restaurante "Pablo’s", el año 2000, viajó a Madrid llamado por su familia. Allá trabaja en seguridad privada. El pasado 27 de febrero cumplió 62 años. Luna era capaz de cantar una balada sensualísima y luego transformarse repentinamente en un poseso. Se contorsionaba mientras interpretaba los números más reclamados por el respetable, a veces reventando a patadas los focos y fluorescentes del escenario, o haciendo añicos los micrófonos. El público saltaba de sus asientos y le seguía la corriente. A ese estado de paroxismo se le conocía como "La enfermedad". Y la contagiaban como nadie Los York’s.

Aunque cambiaron frecuentemente de integrantes, la formación básica del combo, además de Luna, la conformaban los guitarristas Román Palacios Moreno y Walter Paz Rodríguez, el bajista Jesús Vílchez Gárate y el baterista Pablo Aguilar Salazar. Román Palacios, de Pueblo Libre, es promotor educativo y publicista, abuelo de un nieto y cumplirá 60 años el 24 de agosto.

Era el que le hacía los efectos a la guitarra que caracterizaban a Los York’s. "Usaba una moneda de un sol. Dicen que ese sonido era de los Velvet Underground pero jamás los había escuchado", dice. Román es el único que intervino en los tres álbumes oficiales. Si hasta diseñó el logotipo del grupo con gutapercha negra. Palacios es quien promovió que Los York’s rompieran contrato con la disquera MAG y ficharan con El Virrey por la fabulosa suma de 200 mil soles de la época.

Walter Paz, profesor de música y periodista, nacido en el Rímac, el ocho de agosto llegará a los 56 años. "Hasta ahora se sigue diciendo que Los York’s son del Rímac pero yo soy el único de ese distrito", afirma.

Era el más joven de los cuatro y hacía de segunda voz. Uno de los expertos en el rock peruano de los sesenta, Arturo Vigil, quien tuvo el privilegio de escribir el booklet de la antología publicada por Munster, se refiere de Paz así: "Aportó con su ejecución un color y un sonido particular, quizás por su formación musical y admiración hacia la música negra en general y el rhythm and blues en particular".

Pablo "Pacho" Aguilar Salazar, el baterista, también nació en La Victoria. El 15 de enero completó los 61 años. Es uno de los que fundó el grupo en 1965. Cuenta que se equivocan quienes afirman que Los York’s es una alusión a la Gran Manzana, pero lo cierto es que se llamó así porque el cantante original usaba el nombre artístico de Willy York."Debutamos en el cine Venecia el 27 de julio de 1965. El cantante era Meter Ryder, pero fue reemplazado por Pablo Luna, quien era obrero en una fábrica de Vitarte", afirma Pacho Aguilar. Tenía una batería Roxy con la que hacía espectaculares solos en los conciertos en vivo.

A la Residencial Grau de La Victoria la llamaban "Liverpool chico" porque de allí salían varios rockeros como Jesús Vílchez Gárate. El 25 de diciembre cumplirá 60 años. Después del éxito con Los York’s también tuvo suerte como diseñador industrial. Se hizo famoso por la línea de ropa Ayllu y New Ayllu. Palacios, Paz y Aguilar se burlan de la calva de Vílchez porque en los años sesenta lo conocían como "Aceitillo", por su afición a untarse grasa en su profusa cabellera. Vílchez era de la competencia: pertenecía al grupo Los Rattles. Román Palacios lo recomendó para reemplazar a Pepe Olivera. Se bautizó con la grabación del sencillo "Vete al infierno".

Los cuatro coinciden en que uno de los momentos más memorables que vivieron fue en 1968, cuando protagonizaron con Los Shain’s una "batalla de bandas" en el cine Ídolo, de Pueblo Libre. La lucha de dos horas y media parecía que había terminado cuando el presentador Enrique Llamosas anunció que se había producido un empate. La gente rugió descontenta.Llamosas tuvo que corregir y decir que Los York’s eran los vencedores. El local se vino abajo. El grupo ya era leyenda.

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