martes, 24 de febrero de 2009

EL REGRESO DE LOS MADS


Por Gerardo Manuel

El 20 de diciembre de 1969, una de las bandas peruanas más entrañables en la historia del rock hizo su última presentación, despidiéndose para viajar a la lejana Inglaterra a buscar nuevos horizontes para su música, que ya había madurado lo suficiente como para intentar la conquista de otros horizontes. Fue un concierto para el recuerdo en el que tuve la suerte de participar como invitado, nada menos que como responsable del sonido de la banda. Es emocionante para mí recordar esa noche por la responsabilidad que significaba cuidar lo más importante de cualquier espectáculo; no olvidemos que cuando el sonido falla la gente generalmente dice “¡qué mal tocan!” y no “¡qué mal suena!”. Eran épocas diferentes, pues si bien es cierto Hermes Landa hacia sus pininos con los equipos de sonido Shure, que básicamente eran solo para voces, era muy difícil conseguir un sonido siquiera parecido a los que hoy en día se usan normalmente.
Estábamos hablando de un auditorio para cerca de 1.500 personas y Los Mads tenían que sonar mejor que nunca. Jamás olvidaremos la cooperación de varios de los grupos más importantes en aquel entonces, que generosamente cedieron lo mejor de su sonido para apoyar el evento. No vamos a mencionar nombres para no cometer el error de olvidar algunos. Finalmente se superaron las expectativas y, desde la primera canción, el sonido parecía milagroso. El público se paró a mitad de la primera canción y ya no se sentó hasta la triple repetición del final, casi dos horas después.
Esa noche mágica, Manolo Ventura le sacó chispas a las cuerdas de su guitarra Guya, imitación Rickenbaker. Alex (Tito) Ventura rasgaba frenéticamente su guitarra de modelo indefinido, pero modificada por él mismo, al igual que las primeras guitarras que usaron Los Mads a comienzos de su carrera. Con un bajo muy parecido al de Paul McCartney (hablo del Hofner clásico), también Guya, Billy Morgan parecía intentar empujar a la gente con sus notas sabiamente graves. A esto se unía la máquina de tocar que era Richard “Bimbo” Macedo con su impresionante batería.
Podemos decir que la formación de la banda en la noche de despedida fue la que consolidó definitivamente el nombre del cuarteto, sin olvidar a quienes pusieron las primeras piedras e iniciaron lo que para mucha gente fue un grupo de culto.
Luego del concierto de despedida, Los Mads realizaron su gran sueño gracias a que en una de sus presentaciones en el mítico club Galaxy fueron vistos por algunos integrantes de The Rolling Stones, quienes finalmente se los llevaron a Inglaterra para que sean el grupo de apertura de una serie de conciertos de la legendaria banda británica.
Al año de actuaciones en Inglaterra, Richard “Bimbo” Macedo se separa del grupo y es reemplazado por otro legendario músico peruano, “Manongo” Mujica, quien se encontraba trabajando en España. Tiempo después se disuelve definitivamente el grupo hasta la increíble reunión de octubre de 2008. Este reencuentro se produjo gracias al trabajo intenso de integrantes de varias promociones sesenteras del Colegio Americano Roosevelt de Lima, residentes en Estados Unidos, que se encargaron de la organización de este evento, significativamente realizado en una de las locaciones musicales más representativas en Estados Unidos. Nueva Orleans, la cuna del blues y caldero del rock, recibía en sus hectáreas de zonas en reconstrucción a cuatro peruanos que habían hecho del rock su música.
Por fin tendremos oportunidad ahora de pasar otra velada inolvidable con la banda que todas las generaciones quieren ver y escuchar. Ahora que nos están visitando grandes figuras del rock internacional, es un placer poder incluir entre esas visitas a un grupo nuestro, que por culpa del tiempo y la distancia nos había quedado debiendo una. No creo que pueda volver a estar yo en el sonido, pero sí lo haré entre el público con toda mi familia. No se pierdan este concierto de Los Mads, que estarán en escena el viernes 27 de febrero en el Sargento Pimienta de Barranco.

(Publicado en el blog Disco Club de El Comercio)